Pie diabético

terapia herpes

La diabetes es una enfermedad crónica en la que no hay una correcta regulación de los niveles de glucosa en sangre. Sin un adecuado control la glucemia sube, y son estos niveles altos los que muchas veces llevan a complicaciones.

El término pie diabético se aplica a una variedad de condiciones patológicas en el pie de los pacientes diabéticos. En la mayoría de los casos se asocia a la presencia de una úlcera (ruptura de la barrera cutánea), frecuentemente en la planta del pie. La herida se produce como consecuencia de la interacción, con diferentes grados de importancia, de factores neuropáticos, vasculares e infecciosos.

En los pies frecuentemente ocurre daño a los nervios, lo que se denomina neuropatía, que resulta en la pérdida de sensación en los pies. Esto produce que las personas se lastimen y no les duela, es así que no toman los recaudos para evitar roces y la herida empeora. La neuropatía predispone a la infección al permitir puertas de entrada a los microorganismos como úlceras plantares.

Por otro lado, los factores vasculares hacen referencia a alteraciones que engrosan la pared de los pequeños vasos sanguíneos (capilares) y a una mayor incidencia de ateroesclerosis en pacientes diabéticos. Un inadecuado flujo sanguíneo producto de estos factores puede llevar a isquemia, es decir, que las células no reciban la cantidad necesaria de nutrientes y oxígeno. Además dificulta la cicatrización y hace que disminuya la capacidad del pie de combatir la infección, así como complica la llegada de antibióticos por torrente sanguíneo al sitio de infección.

La alteración de los mecanismos de reparación en el diabético puede llevar a un retraso marcado en el proceso de cicatrización con tendencia a la cronicidad de las heridas.
Es de fundamental importancia tratar las heridas del pie diabético lo antes posible, dado que sin el tratamiento adecuado pueden agravarse seriamente, de modo que se recurre a la amputación del pie.

Ozonoterapia

El tratamiento con ozonoterapia de la úlcera se realiza tanto en forma localizada como sistémica, siempre complementario al tratamiento de diabetes.
El efecto germicida del ozono es ampliamente conocido desde el siglo XX. Sus primeras aplicaciones se remontan a la Primera Guerra Mundial, cuando se aplicó ozono en las heridas infectadas de heridos de guerra, obteniendo la cicatrización y curación bajo la acción del mismo.
El efecto del gas de ozono en un primer tiempo es germicida. En la medida que la úlcera se encuentre desinfectada el ozono promueve el cierre de la misma, a través de varios efectos:

  • Acción germicida: Destruye las bacterias y virus presentes en la herida, debido a la formación de peróxidos.
  • Aumenta el riego sanguíneo: Incremento de la elasticidad del glóbulo rojo, permitiéndole mayor penetración en la microcirculación y efecto estimulador de secreción de óxido nítrico, potente vasodilatador del endotelio.
  • Hiperoxigenante: Incremento de la producción del 2,3 DPG (2,3-difosfoglicerato), a nivel del glóbulo rojo, lo que estimula la cesión de oxígeno a los tejidos. De este modo inhibe la fermentación.
  • Mejoramiento del metabolismo del oxígeno: Por aumento de la utilización de la glucosa, de los ácidos grasos y por la activación de enzimas antirradicales libres.
  • Acción desintoxicante
  • Estimula el tejido de granulación: Estimula la cicatrización y cierre de la úlcera.
  • Regula los compuestos de la sangre: Fundamentalmente, reduce la glucosa en pacientes diabéticos.
  • Pie diabetico y ozonoterapia

Protocolo de tratamiento:

El tratamiento combina una aplicación localizada de ozono sobre la herida, con una vía de administración sistémica, en pos de obtener los efectos estimulantes de circulación buscados.

TRATAMIENTO SISTÉMICO O GENERALIZADO:

  • Suero ozonizado por vía endovenosa.
  • Insuflación anal con ozono.

TRATAMIENTO LOCALIZADO SOBRE LA LESIÓN:

  • Insuflación con bota periférica, previo cierre hermético de la bota aislando la lesión. El ozono se absorbe a través de la piel húmeda.
  • Infiltración peri-úlcera e intra-úlcera con gas de ozono.
  • Infiltración subcutánea en tejidos vecinos a la lesión.
  • Cura plana con uso de crema ozonizada, para uso domiciliario.

Recomendaciones para el cuidado de los pies:

  • Respetar las indicaciones médicas para mantener la glucemia en los límites adecuados.
  • Lavar los pies todos los días y secarlos cuidadosamente, especialmente entre los dedos.
  • Cortar las uñas cuidadosamente, si es necesario acudir al podólogo.
  • Revisarlos los pies todos los días en busca de signos de lesión o infección.
  • Vestir medias y zapatos en todo momento.
  • Cuidar los pies del frío y del calor.
  • Usar crema humectante para mantener la piel húmeda.
  • Realizar ejercicio físico, dado que estimula el flujo sanguíneo en los pies y piernas. Es importante que los zapatos sean resistentes, y cómodos. Se debe evitar caminar en caso de que haya llagas abiertas.
  • Beber mucha agua, para que la piel esté húmeda y sana.
  • Si se trata de un fumador, dejar de fumar.